La terapia es un camino de crecimiento

La terapia es un camino de crecimiento.

La primera etapa es la de la partida del viaje: el paciente decide acudir en demanda de ayuda para superar una crisis o enfermedad de algún tipo.

En terapia se cruza un umbral que consiste en una decisión voluntaria y consciente de querer mirar hacia dentro y entregarse a la búsqueda de otra manera de ser. A lo largo del camino el paciente descubre introyectos, recoge proyecciones e integra polaridades.

Al final del camino le espera el redescubrimiento de sí mismo pues las fuerzas buscadas y ganadas han estado siempre dentro de su corazón.

martes, 16 de octubre de 2012

"El sí-mismo puede definirse como un factor de guía interior que es distinto de la personalidad consciente. Es el centro regulador que proporciona una extensión y maduración constantes de la personalidad. Pero este aspecto mayor y más cercano a la totalidad de la psique aparece primero como una mera posibilidad innata. Puede emerger muy débilmente o puede desarrollarse con una totalidad relativa a lo largo de toda la vida. Hasta donde se desarrolla depende de si el ego está dispuesto o no lo está a escuchar el mensaje del sí-mismo. Si lo hace se convertirá en un ser humano más completo.  Este aspecto creativamente activo del núcleo psíquico puede entrar en juego sólo cuando el ego se desentiende de toda finalidad intencionada y voluntaria y trata de alcanzar una forma de existencia más profunda y más básica.
El ego tiene que ser capaz de entregarse a esta incitación interior hacia el desarrollo. La gente que vive en culturas más firmemente enraizadas que la nuestra, tiene menos dificultad en comprender que es necesario prescindir de la actitud utilitaria de los proyectos conscientes con el fin de dejar paso al desarrollo consciente de la personalidad. Una vez conocí a una señora anciana que no había conseguido mucho en su vida, en el sentido de cosas externas. Pero, de hecho, había hecho un buen matrimonio con un marido difícil y, en cierto modo, había desarrollado una personalidad madura. Cuando se quejó de que no había “hecho” nada en su vida, le conté un cuento relatado por un sabio chino Chuang-Tzu. Ella comprendió inmediatamente y sintió un gran alivio. Este es el cuento:
Bonsai - Roble, Roble albar, Carvallo
Un carpintero ambulante, llamado Piedra, vio en sus viajes un g
igantesco y añoso roble que se levantaba en un campo junto a un altar hecho de tierra. El carpintero dijo a su aprendiz, el cual admiraba el roble: "Ese es un árbol inútil. Si quieres hacer un barco, pronto se pudrirá; si quieres hacer aperos se romperían. No puedes hacer nada que sea útil con ese árbol y por eso ha llegado a ser tan viejo"
Pero en una posada, aquella misma noche, cuando el carpintero se fue a dormir, el roble añoso se le apareció en sueños y le dijo: "¿Por qué me comparas con vuestros árboles cultivados tales como el espino blanco, el peral, el naranjo y el manzano y todos los demás que dan fruta? Aún antes de que se pueda recoger el fruto, la gente los ataca y los viola. Sus ramas gruesas están desgajadas, sus ramillas rotas. Su propio fruto les acarrea el daño y no pueden vivir fuera de su espacio natural. Esto es lo que ocurre en todas partes y por eso hace tanto tiempo que intenté convertirme en completamente inútil. ¡Tú, pobre mortal! ¿Te imaginas que si yo hubiera sido útil de alguna forma hubiera alcanzado este tamaño? Además, tú y yo somos criaturas y ¿cómo puede una criatura elevarse tanto como para juzgar a otra criatura? Tu, hombre mortal útil, ¿qué sabes acerca de los árboles inútiles?"
El carpintero se despertó y meditó sobre su sueño y, después, cuando el aprendiz le preguntó por qué precisamente ese árbol servía para proteger el altar, le respondió: "¡Calla la boca! ¡No quiero oír hablar más sobre eso! El árbol crece aquí a propósito porque en cualquier otro sitio la gente le hubiera maltratado. Si no fuera el árbol del altar, le hubieran convertido en leña."
Evidentemente el carpintero comprendió su sueño. Vio que el simple hecho de cumplir nuestro destino es la mayor hazaña humana y que nuestras ideas utilitarias tienen que ceder el paso ante las demandas de nuestra psique inconsciente. Si traducimos esta metáfora al lenguaje psicológico, el árbol simboliza el proceso de individuación que da una lección a nuestro miope ego.”

Y, me dejó pensando: ¿Cuántas veces uno intenta averiguar el por qué y el para qué de su existencia, dejándola pasar?¿ Acaso se es menos importante en tanto la utilidad que tengamos? ¿ Y cuál es ese parámetro que nos distingue de los más o de los menos útiles? ¿Cuántas anécdotas y buenos momentos surgen bajo un "roble inútil"?