La terapia es un camino de crecimiento

La terapia es un camino de crecimiento.

La primera etapa es la de la partida del viaje: el paciente decide acudir en demanda de ayuda para superar una crisis o enfermedad de algún tipo.

En terapia se cruza un umbral que consiste en una decisión voluntaria y consciente de querer mirar hacia dentro y entregarse a la búsqueda de otra manera de ser. A lo largo del camino el paciente descubre introyectos, recoge proyecciones e integra polaridades.

Al final del camino le espera el redescubrimiento de sí mismo pues las fuerzas buscadas y ganadas han estado siempre dentro de su corazón.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Ejercicio para "ablandar" las emociones negativas cuando nos asaltan y poder sentirlas y reconocerlas sin que nos dominen.

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Recomiendo este ejercicio para esos momentos en que nos sentimos asaltados por emociones como culpa, rabia, odio...... y que nos sentimos incapaces de controlar. (Copiado de la página web de Vicente Simón). No se trata de mirar a otro lado, de conseguir que "se nos pase" ya que tienen su función, no se trata de reprimirlas. Cuando nos hayamos tranquilizado podremos analizarlas.
1. Pausa de la compasión
(Neff, 2011; Germer & Simón, 2011)
Si te asalta una emoción negativa y puedes tomarte un momento de respiro, prueba a hacer lo siguiente:
1. Ponte la mano sobre el corazón
2. Haz una inspiración profunda y tranquilizadora
3. Repite estas frases:
Este es un momento de sufrimiento
El sufrimiento es una parte de la vida
Que sepa ser amable conmigo y darme la compasión que necesito
O quizá encuentres más apropiadas estas:
Esto duele.
Todos sufrimos.
Qué yo me acepte tal como soy
Experimentarás alivio con rapidez y si te acostumbras a hacerlo de manera regular cuando te pase algo desagradable, verás como el proceso se automatiza y tu estado de ánimo cambia con más rapidez
2. Ablanda, Tranquiliza y Permite
(Germer & Simón, 2011)
El siguiente ejercicio —Ablanda, Tranquiliza y Permite— es una forma rápida de manejar las emociones difíciles con compasión:
• Haz una inspiración profunda y recorre tu cuerpo para ver en dónde sientes más molestias
• A continuación, ablanda esa zona de tu cuerpo. Deja que tus músculos se relajen como si aplicaras una toalla caliente a un músculo que te duele. No trates de que se vaya la tensión, sino sólo de estar con lo que sientes de manera amable y apacible
• Ahora, tranquilízate en esa lucha que tienes. Pon la mano sobre el corazón y siente cómo respira tu cuerpo.Cálmate a ti mismo como si estuvieras calmando a un amigo o a tu propio hijo
• Por ultimo, permite la presencia de la molestia. Abandona el deseo de que la sensación desaparezca. Deja que el dolor vaya y venga como quiera, como si fuera un huésped que tienes en tu casa
Referencias (para 1 y 2):
- K. Neff (2011): Self-Compassion. William Morrow, New York.
- C. Germer & V. Simón (2011): Compasión y autocompasión, en “Aprender a practicar mindfulness”:
V. Simón & C. Germer. Sello Editorial, Barcelona

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