La terapia es un camino de crecimiento

La terapia es un camino de crecimiento.

La primera etapa es la de la partida del viaje: el paciente decide acudir en demanda de ayuda para superar una crisis o enfermedad de algún tipo.

En terapia se cruza un umbral que consiste en una decisión voluntaria y consciente de querer mirar hacia dentro y entregarse a la búsqueda de otra manera de ser. A lo largo del camino el paciente descubre introyectos, recoge proyecciones e integra polaridades.

Al final del camino le espera el redescubrimiento de sí mismo pues las fuerzas buscadas y ganadas han estado siempre dentro de su corazón.

domingo, 5 de febrero de 2012



En Gestalt se utiliza el término "perro de arriba" para deminar nuestra parte autoexigente, autoritaria, la que nos impone hacer las cosas que debemos hacer.
El "perro de abajo" es nuestro niño interior, necesitado de cariño y protección, pero como todo niño, perezoso, egoísta y manipulador.  
Todos nos identificamos con el  perro de arriba, con los “deberías”, con nuestra parte castigadora, autoritaria, lo consideramos virtuoso, no cuestionamos su autoridad. El perro de abajo es muy hábil evitando las órdenes, diciendo “sí, pero…”. Por ejemplo, mi perro de arriba me dijo que podía relajarme cuando terminara cierto trabajo, sin embargo, tan pronto lo terminé dijo "En realidad, ahora que estás con fuerza ¿por qué no comienzas el siguiente trabajo ya?. Nos hace sentirnos orgullosos de nuestros logros, nos impulsa hacia arriba más y más. Esa voz la solemos oir claramente, pero somos más sordos a la otra voz, la del perro de abajo que es furtivamente rebelde y trata de derrotar al otro perro ignorándolo, haciéndose el débil, excusándose, olvidándose...y gana, aunque de manera torcida. Y nos hace sentir fracasados, insuficientes, cuando, si actuara de una forma honesta podría equilibrar las exigencias desmedidas del otro perro sin que nos sintiéramos fracasados.
Sólo si se integran se escucharán el uno al otro, dejarán de tratar de controlarse. Una vía de integración son los sueños, que son mensajes existenciales que le dicen al sujeto cómo cambiar la pesadilla de su existencia en darse cuenta del lugar histórico que ocupa en la vida. Cuando el perro de arriba alimenta las expectativas de éxito y logros el de abajo responde con sabotaje o semicomplacencia dando como resultado ineficiencia y pesar.
 Si el perro de abajo trata de cumplir a toda costa,  producirá una neurosis obsesiva, una enfermedad o un quiebre nervioso. La terapia gestáltica trabaja mediante la diferenciación, que conduce a las polaridades, y la integración. Así la persona puede ver la situación total y movilizar sus propios recursos. No buscará respuestas fijas ni apoyos, sino que experimentará con posibilidades abandonando la manía del control.

No hay comentarios:

Publicar un comentario