La terapia es un camino de crecimiento

La terapia es un camino de crecimiento.

La primera etapa es la de la partida del viaje: el paciente decide acudir en demanda de ayuda para superar una crisis o enfermedad de algún tipo.

En terapia se cruza un umbral que consiste en una decisión voluntaria y consciente de querer mirar hacia dentro y entregarse a la búsqueda de otra manera de ser. A lo largo del camino el paciente descubre introyectos, recoge proyecciones e integra polaridades.

Al final del camino le espera el redescubrimiento de sí mismo pues las fuerzas buscadas y ganadas han estado siempre dentro de su corazón.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Carl Jung, la función compensatoria de los sueños.

En “Realidad del alma”, Carl Jung nos dice que el inconsciente es un ente natural, moral, estética e intelectualmente indiferente, que sólo resulta verdaderamente peligroso cuando nuestra posición consciente sobre él es falsa. A medida que nos separamos del inconsciente aumenta su peligrosidad. Pero a medida que  el paciente comienza a asimilar su contenido disminuye también el peligro del inconsciente
 Dice que hace tiempo se superó la teoría de que los sueños son deseos reprimidos o desplazados; pueden serlo, pero también pueden ser verdades inexorables, ilusiones, fantasías descabelladas, anticipaciones, proyectos…y hasta visiones telepáticas. Para Jung la mayoría de los sueños tienen una función compensatoria.
Explica su teoría de la compensación diciendo que es una regla fundamental del comportamiento psíquico. La escasez aquí produce el exceso allá. La misma compensación existe entre lo consciente y lo inconsciente. Esta es una de las reglas mejor confirmadas para la interpretación de los sueños. La compensación no sólo realiza deseos sino que es más real cuanto más se desplaza o reprime; al igual que la sed, no termina cuando se la reprime. Antes de interpretar un sueño se pregunta ¿Qué actitud consciente compensa el sueño? Y de ese modo relaciona estrechamente el sueño con la actitud de la conciencia. Para él hay una relación de causalidad entre la conciencia y el sueño.
 Cuenta el sueño de un paciente joven que soñó lo siguiente: "Mi padre se alejaba de la casa en su nuevo coche. lo guiaba muy torpemente, cosa que me excitaba. Mi padre corría en zigzag y a veces, ponía el coche en peligro con sus maniobras. Por fin chocó contra una pared, lo que produjo desperfectos en el automóvil. Lo llamé, iracundo, instándole a que se comportase razonablemente. entonces mi padre se echó a reír y observé que estaba ebrio."
 El hijo aún dependía del padre, era un hijo de papá. Las relaciones de este paciente con su padre eran afectuosas y además sentía una gran admiración por él. En el sueño, su inconsciente trataba de rebajar al padre y de exaltarse a sí mismo. La conclusión a la que llegaron es que el sueño realiza una compensación muy conveniente pues empuja al hijo a un  contraste con el progenitor necesario para llegar a alcanzar  la conciencia de sí mismo. 
Por otra parte, considera que es fundamental, para asimilar el contenido de un sueño, que no se hiera ni se destruya ningún valor positivo de la personalidad consciente pues la compensación sólo es efectiva cuando coopera con una conciencia íntegra. La comprensión del paciente debería, según Jung, ser el producto de la reflexión de terapeuta y paciente, no una comprensión unilateral seguida de un intento de convencer al paciente. El peligro de la comprensión unilateral del terapeuta es que enjuicie al paciente basándose en sus propios prejuicios, por eso no es conveniente adelantar resultados al paciente porque lo que se consigue es paralizar su evolución. El terapeuta debería estar dispuesto a descubrir en cada paciente una teoría del sueño  completamente nueva con la actitud propia del que tiene que aprender del caso tanto como el propio paciente.

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